Últimamente, con motivo de la inminente salida de los nuevos modelos de televisores Triluminos al mercado, me encuentro muchas consultas relacionadas con éste y otros conceptos. En este artículo se pretenden aclarar las más habituales y arrojar algo de luz (nunca mejor dicho) sobre la novedosa tecnología de retroiluminación que podremos encontrar en estos televisores.
El término Triluminos fue utilizado por primera vez en el que sería el primer televisor LCD con tecnología de retroiluminación por LED del mercado, el galardonado Sony KDX-46Q005 de la gama Qualia (denominado también como Qualia 005), ¡en 2004!
Así, aunque fue en 2008 cuando comenzó a popularizarse el término Televisor LED, los primeros televisores que entraban dentro de esta categoría ya fueron desarrollados y comercializados por Sony a lo largo de 2004.
Como es sabido, actualmente existen varios tipos de Televisores LED, pero todos basan su tecnología de retroiluminación en los LED de color blanco, ofreciendo un contraste y una colorimetría inferiores a los de la retroiluminación por RGB LED, como la que se empleaba en la tecnología Triluminos. Curiosamente, la gran mayoría de televisores LED presentes actualmente en el mercado tienen una calidad de color inferior al de los televisores Sony Qualia 005 de hace casi una década, o la serie BRAVIA X4500 de 46” y 55” de hace un lustro.
Aunque esto pueda parecer incongruente, tiene su explicación en el grosor de la pantalla. Para usar esta tecnología de retroiluminación, los RGB LED tenían que ser colocados tras el panel, por lo que el grosor de la pantalla aumentaba en unos centímetros para que la luz roja, verde y azul de los LED pudieran conformar una luz blanca que retroiluminara el panel por pequeñas zonas.
Puesto que cada vez se demandaban televisores más delgados y económicos, este tipo de sistema de retroiluminación tuvo que sustituirse por otro que hiciera la pantalla más fina: los LED de color blanco, que eran colocados en el marco y solucionaban así ambos problemas. Más tarde aparecerían los televisores LCD “Full LED”, que en lugar de disponer los LED blancos en el marco, lo hacían en la parte trasera del panel, aunque aun así eran televisores más delgados que los RGB LED.
Como hemos visto, la gran ventaja de los Triluminos residía por tanto en su superioridad de contraste y colorimetría, pero a cambio la pantalla era más gruesa. ¿Por qué entonces Sony vuelve a retomar el nombre de esta tecnología?
La respuesta viene ahora de la mano de los quantum dots, unos nanocristales de un material semiconductor que emite luz de forma muy precisa, ofreciendo un rango dinámico de colores más amplio que los LED de color blanco utilizados en los televisores actuales. Son tan diminutos, que su forma y tamaño afectan las propiedades cuánticas de sus electrones, determinando de este modo el color que pueden emitir.
Las pantallas LCD convencionales utilizan un sistema de retroiluminación por LED de color azul muy intenso, que está recubierto por una capa de fósforo que lo hace brillar con color blanco. Los nuevos televisores Triluminos, sin embargo, utilizan ese LED de color azul junto a un estrecho tubo de cristal relleno de quantum dots de dos tipos. Unos absorben parte de la luz azul y la convierten en roja, mientras que los otros la convierten en luz verde. La luz blanca resultante es más intensa en las longitudes de onda de estos tres colores específicos que la de los LED con recubrimiento de fósforo blanco, por lo que así se consigue mejorar el color de la imagen en la pantalla.
Esta tecnología, denominada Color IQ™ por su desarrollador, QD Vision, se ha integrado con el resto de tecnologías exclusivas de Sony presentes en los televisores Triluminos actuales para obtener la máxima calidad de imagen.
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