Elegir una cámara no es fácil. Dependiendo de las necesidades del fotógrafo, será más adecuado el uso de una cámara u otra; es más, incluso a veces, para poder realizar distintos tipos de fotografía será útil contar, no solo con diferentes lentes, sino también con distintos tipos de cámaras.
Con este artículo procuraremos aclarar, sin entrar en demasiados tecnicismos, cuáles son las principales diferencias que podemos encontrar entre las cámaras fotográficas digitales que existen hoy día en el mercado: compactas, MILC (EVIL), DSLR y SLT.
Antes de continuar, recordaremos el significado de estos acrónimos:
- DSLR (Digital Single Lens Reflex): las tradicionales cámaras réflex; deben su nombre al uso de un espejo en el que se refleja la imagen y, junto al pentaprisma, la llevan hasta el visor.
- SLT (Single Lens Translucent): se trata de cámaras réflex de espejo traslúcido, en las que la mayor parte de la luz pasa a través del espejo y llega al captador.
- MILC (Mirrorless Interchangeable-Lens Camera): cámara de lentes intercambiables sin espejo. También se la conoce habitualmente como EVIL (Electronic Viewfinder with Interchangeable Lens), por ser una cámara de lentes intercambiables con visor electrónico. Otros nombres menos utilizados son: CSC (Compact System Camera), MSC (Mirrorless System Camera), DSLM (Digital Single Lens Mirrorless) o DILS (Digital Interchangeable-Lens System camera).
Ahora, para proseguir, es imprescindible cuestionarse qué es lo más importante a tener en cuenta a la hora de elegir una cámara fotográfica digital: ¿la lente?, ¿el sensor?, ¿la resolución?, ¿el visor?, ¿el tamaño?, ¿la autonomía?, ¿la velocidad de enfoque?, ¿la velocidad de disparo?, ¿la pantalla?… Desgraciadamente, así podríamos seguir con un sinfín de preguntas.
Obviamente, como decíamos al principio, todo depende del uso que queramos darle a la cámara, aunque es fundamental plantearse unos mínimos. Si la luz es, en definitiva, el factor más importante a tener en cuenta al realizar una fotografía (a mayor cantidad de luz, más posibilidades tendremos de captar una imagen con calidad), entonces será necesario procurar perder la menos posible desde que ésta entra por la lente hasta que finalmente es capturada por el sensor (dejando de lado, al menos por el momento, la importancia del conversor A/D y otros componentes electrónicos). En todo este proceso intervienen distintos elementos (lente, espejos, sensor…), por lo que, por ejemplo, para un resultado óptimo de poco serviría tener la mejor lente si el captador no es lo suficientemente sensible (aunque, evidentemente, aun así una buena lente siempre ayuda más que una mala), o viceversa.
También habría otros aspectos que, sin ser directamente prioritarios para la calidad de la fotografía, no son menos importantes, y deberían sopesarse convenientemente a la hora de elegir nuestra cámara. Algunos de ellos podrían ser: la calidad del visor y de la pantalla (si queremos realizar fotografías a plena luz del sol, este será un elemento fundamental), la autonomía, cuánto peso estamos dispuestos a llevar encima, si buscamos un tamaño más compacto o no, la movilidad de la pantalla, etc.
Generalmente, a la hora de elegir nuestra cámara no solemos tener en cuenta tantos factores y, desgraciadamente, solo llegamos a lamentarlo cuando ya llevamos usando la cámara durante algún tiempo, cuando la comparamos con las de nuestros amigos o, lo que es peor, cuando la comparamos con la de nuestro cuñado (que ya se encargará de buscar tiempo y oportunidad para demostrarnos sus bondades).
Visto lo anterior, y antes de conocer las características de los distintos tipos de cámara presentados al inicio del artículo, sería conveniente entonces responder a otra cuestión.
¿Qué es una cámara réflex?
Ante esta pregunta, podemos encontrarnos distintas respuestas. La definición más generalizada, derivada de los tiempos en los que principalmente se utilizaban sensores químicos en lugar de los electrónicos, suele ser que “una cámara réflex es aquella que permite visualizar la imagen que se capta a través de la lente sin error de paralaje”, o lo que es lo mismo, en las cámaras réflex, la imagen que se captura es la que vemos. Esto tenía especial relevancia con los negativos químicos, ya que en las cámaras compactas, al no disponer de espejo ni pentaprisma, había que utilizar un visor aparte que estaba desplazado horizontal y verticalmente con respecto a la lente, lo que producía el típico desajuste (error de paralaje) entre la imagen que veíamos y la que capturábamos (motivo por el cual se sufrían constantes discusiones al respecto de cortar pies y cabezas e, incluso a veces, suegras, con o sin alevosía…).
Hoy en día, y según esta definición, cualquier cámara compacta digital podría ser también réflex, pues la imagen que se captura a través de la lente es la que podemos ver en la pantalla. De hecho, si tenemos en cuenta la cobertura del visor (porcentaje de la imagen original que vemos a través del visor de una cámara), podemos encontrarnos con que muy pocas cámaras réflex tienen una cobertura del 100% (solo es así en las más profesionales y, por ende, de precio más elevado). Esto quiere decir que las cámaras compactas digitales suelen tener mayor cobertura que las cámaras réflex con visor óptico; por lo tanto, la definición anterior de cámara réflex no tiene demasiado sentido en la actualidad.
Debemos, entonces, buscar una definición para las cámaras réflex que nos permita distinguirlas claramente de las compactas. Esto nos lleva precisamente a la posibilidad de intercambio de lentes, con las ventajas que ello supone. No obstante, hay que tener en cuenta que tanto las DSLR y SLT, como las MILC, disponen de la posibilidad de intercambio de lentes, tratándose de tres tipos de cámaras totalmente distintas con tecnologías muy diferentes entre sí. ¿Cuál es, por tanto, la diferencia principal entre estas cámaras? ¿Sería posible obtener los mismos resultados en idénticas situaciones con cualquiera de ellas? ¿Existe alguna cámara compacta orientada al uso profesional? En la continuación de este artículo podremos conocer la respuesta a éstas y otras cuestiones.
¡No os lo perdáis!
Te felicito luis alberto no se puede explicar las cosas con mas claridad y brevedad.Especialmente el apartado ,que mucha gente desconoce de las compactas ,que tienen visión réflex,es decir sin error de paralaje.
Muchas gracias por tu comentario.
Efectivamente, la ausencia de error de paralaje, a diferencia de las compactas tradicionales de carrete, es algo que no se suele tener muy en cuenta en las compactas digitales.
Un saludo.